El derrumbe del consumo pone al sector comercial en una situación difícil de sostener en el tiempo. Afrontar los pesados gastos fijos en un contexto de ventas deprimidas lleva a que muchos comerciantes decidan bajar la persiana. En materia de alquileres, el escenario difiere de acuerdo a la zona en la que se encuentra el inmueble.
l sector comercial arrastra una –ya larga- situación de crisis motivada básicamente por el derrumbe de las ventas. La capacidad de compra del asalariado se ha visto erosionada por un proceso inflacionario que –en muchos casos- supera ampliamente los incrementos salariales acordados en paritarias. Con el consumo en niveles muy bajos, los costos fijos terminan atentando contra la rentabilidad de un sector que en San Nicolás genera gran cantidad de empleo.
“El comerciante que puede sobrellevar un poco mejor este panorama es el que cuenta con local propio. En cambio los que alquilan están muy complicados”, le había dicho -tiempo atrás- a este medio el referente de la Cámara de Comerciantes del Microcentro, Antonio Ponte.
En febrero de este año, EL NORTE consultaba a una decena de agentes inmobiliarios acerca de los aumentos que se aplicaban sobre los contratos de alquiler de locales comerciales, que entonces rondaba el 12,5 % semestral. Ese porcentual parecía una exageración si se tenía en cuenta que la pauta inflacionaria oficial se fijó en 15% para todo el año. Aunque hoy, transcurridos seis meses y una inflación acumulada del 15%, aquellos aumentos parecen ajustarse a la realidad.
Lo cierto es que es habitual toparse con carteles de «se alquila», cuando recorremos el microcentro comercial, como resultante de una ecuación a pérdidas. Aunque también es habitual que no pase demasiado tiempo para que el local en alquiler vuelva a ocuparse. En rigor, los locales comerciales ubicados sobre las calles Mitre y Nación y sus perpendiculares mantienen un ritmo constante entre bajas y altas de alquiler. Es decir que los locales comerciales que se desalquilan vuelven a alquilarse de manera rápida. Muy diferentes es el panorama al alejarse hacia Pellegrini, Garibaldi o Belgrano, donde volver a alquilar un local desocupado puede demorar mucho tiempo. “Históricamente ha sido así en San Nicolás”, explica Germán Crigna, presidente del Colegio de Martilleros y uno de los operadores inmobiliarios más importantes de la ciudad.
“Particularmente no notamos una masiva desocupación de locales en la zona de Mitre y Nación o sus perpendiculares. Incluso, cuando cierra un comercio del microcentro enseguida aparecen nuevos interesados. Diferente es la situación cuando nos alejamos un poco de la zona de mayor movimiento comercial”, afirma Crigna.
Los valores de alquiler de los locales ubicados sobre Mitre y Nación están muy por encima de aquellos locales emplazados en el macrocentro. De hecho, hay inmuebles sobre Mitre cuyo alquiler va de los $ 12.000 a los $ 40.000. Y también los hay mucho más caros. Obviamente, el precio está vinculado a la cantidad de metros de frente y a la superficie total. Sobre Pellegrini o Garibaldi los valores pueden ser notablemente menores.
Las tarifas
Germán Crigna sostiene que el valor de los alquileres “ha acompañado el proceso inflacionario”. Y afirma que “el problema más grave para el comerciante es el aumento en las tarifas de los servicios públicos. Por ejemplo, un comercio que utiliza la energía en forma intensiva hoy está recibiendo facturas muy importantes”.
En ese sentido, un informe de la CAME sostiene que “el cierre de negocios es una constante en la Provincia de Buenos Aires. Tarifazos y caída de las ventas impactan con fiereza”. Y agrega que “la economía de muchos negocios se ve amenazada por los tarifazos, especialmente de luz y gas, que suman incertidumbre sobre su continuidad y acrecientan las posibilidades de la tan temida bajada de persiana”.
EL NORTE