La revisión salarial de la UOM no encuentra rumbo y las bases comienzan a levantarse. En las últimas horas, a pesar de la intervención activa del ministerio de Trabajo, el gremio y las cámaras empresarias no lograron acercar posiciones y la situación genera malestar entre los trabajadores.
Es que la patronal se negó a adelantar el tramo de aumento de octubre a julio y fijar un 20% de suba adicional para cerrar el año en un 65% con revisión en febrero próximo.
En contrapartida, los empresarios propusieron un 15% de aumentos en tres tramos para el primer trimestre de 2023.
El gremio inmediatamente declaró el estado de alerta y convocó a reunión de seccionales. En el medio, la cartera laboral de Claudio Moroni citó a las partes pero tampoco hubo entendimiento. La negociación seguirá la próxima semana.
Mientras tanto, las bases comienzan a movilizarse. Un caso es la Seccional Santa Fe que realizó un congreso de delegados para analizar la situación paritaria.
Los dirigentes se mostraron dispuestos a realizar medidas de fuerza en rechazo a la «insuficiente, mezquina y escasa» respuesta de los empresarios.
«Muchas empresas venden en dólares y pagan en pesos, obteniendo estabilidad extraordinaria. Hay superproducción, en la mayoría de las fábricas toman personal todas las semanas, pero a los que estamos poniendo el hombro nos tienen con sueldos empobrecidos«, apuntaron desde de la seccional.
Por su parte, el secretario administrativo de la UOM nacional, Osvaldo Lobato, apuntó contra las empresas de generar «una tensión innecesaria» al negarse a aceptar «una demanda totalmente justa».
El dirigente, en línea a los declarado días atrás por el secretario general Abel Furlan, dijo que «vamos a defender el derecho de todas y todos los metalúrgicos a vivir dignamente», y abrió las puertas a un posible marco de conflicto.
El estado de alerta y movilización fue respaldado por la totalidad de las seccionales y la situación comienza a tomar temperatura.
EL INFORMANTE